Eliminar procesionaria con nuevos métodos
Aunque las labores de controlar y eliminar procesionaria se convierten en noticias de actualidad en la primavera y en verano, es en los meses de invierno donde se deben comenzar los trabajos de prevención que luego se notarán en la profusión de la plaga con la subida de temperaturas.
Eliminar procesionaria y su auge por temperaturas
Está claro que si hay algo que ya no se puede negar es la subida de temperaturas en la Tierra. Los últimos informes que sostienen esta tendencia son los de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) que afirman que debido a la actividad humana, el calor en los meses de verano han aumentado y encima se alarga hasta 35 días más que en la década de los ochenta.
La primera consecuencia de este dato significa que muchas especies se ven sometidas al desplazamiento o eliminación por la desaparición de sus hábitats, la mayoría suelen ser depredadores naturales de la procesionaria del pino, caso de las hormigas rojas, avispas, el mirlo, los murciélagos, el cuervo y la urraca. Esta subida de temperaturas, por contrapartida, ayuda a otras especies a extenderse, caso de la procesionaria del pino, cuyo ecosistema va aumentando en distancia y profusión pues el deshielo y las altas temperaturas en altura les dan la posibilidad de ampliar su zona de habitabilidad.
Hay que recordar que las temperaturas en el ciclo de la procesionaria son vitales para su actividad y sus fases. Entre los 5 y los 30 grados pueden alimentarse y construir su bolsón, mantener su actividad para los meses de verano. Por lo que el aumento de temperaturas, aún subiendo de los 30 grados, pueden buscar las zonas frías (sombras o zonas húmedas) para enterrarse.
Nuevos métodos de control para la procesionaria
Ya hemos hablado que los mejores métodos para controlar y eliminar procesionaria son los métodos naturales. La propia naturaleza en su composición, trata de equilibrar las especies en los ecosistemas, así: la procesionaria tiene sus propios depredadores naturales. Tanto los comentados antes como los que se están desarrollando actualmente.
Uno de los últimos métodos que se han desarrollado para combatir a esta plaga dañina para los bosques de nuestro país es el «Cordyceps militaris». Según un estudio de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia ha constatado que este hongo realiza un control biológico eficaz como ecoinsecticida natural contra la procesionaria.
Este hongo se instala entre los pelos de la oruga y cuando se entierra, aprovecha la humedad para germinar y alimentarse de la mariposa que se está gestando en la crisálida de la procesionaria acabando con entre el 80 y el 90% de la colonia. Además, el tratamiento en monte se realizaría pulverizando una solución de agua con esporas en las zonas donde se identifique la presencia de las procesionarias del pino.
Una de las ventajas de este hongo es que no supone ninguna amenaza para los seres humanos o para otras especies, por lo que se convierte en una plaguicida natural eficaz.
Byostasys, empresa de control de procesionaria
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