PLAGAS DE TERMITAS
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Eliminar termitas en Madrid
Los Termes, cuyo término ya utilizaban los romanos, y que significa “gusano roedor”, pertenecen a la orden Isóptera (Iso = Iguales, Ptera = Alas). Viven en comunidades llamados termiteros, con un orden social, formado por distintas castas sociales. Los isópteros e himenópteros (abejas, avispas y hormigas) son, también, considerados insectos sociales.
“Las termitas son una de las plagas más
comunes en España”
Existen restos fósiles de hasta 50 millones de años de termitas. En el mundo podemos encontrar alrededor de las 2.000 especies de termitas de las que la mayor parte viven en las regiones tropicales ecuatoriales (solo 150 producen daños en la madera).
Hay muchas especies de termitas que son consideradas como insectos beneficiosos y ecológicamente positivos, ya que son capaces de transformar residuos orgánicos (vegetales, madera, etc.) en humus, y de esta forma ser asimilados más fácilmente por las plantas, así como favorecer que el aire, agua, etc., puedan penetrar con más facilidad en el subsuelo.
Otras especies, sin embargo, son perjudiciales para el ser humano ya que atacan a los componentes y estructuras de madera en los hábitats humanos produciendo daños a estos, por lo que puede llegar a convertirse en un problema grave, tanto de tipo estructural como económico, de tal forma que el hombre ha necesitado desarrollar unos mecanismos de defensa y control para defenderse de dichos ataques.
Ciclo Biológico de las termitas
El termitero produce nuevos individuos alados de ambos sexos que producen un enjambre y abandonan volando la colonia dispersándose a distancias más bien cortas varias decenas de metros, ya que son malos voladores. Suelen producirse los enjambres en primavera y verano cuando las condiciones atmosféricas exteriores e interiores les son favorables (humedad alta, temperatura, luz, presión atmosférica, etc.), por lo que los veremos después de las primeras lluvias o de una tormenta. La luz tiene poder de atracción sobre ellos. Es muy característico encontrarlas en el interior de las casas dirigiéndose a las puertas y ventanas para buscar el exterior.
Según la población del termitero sea mayor o menor, así será el número de alados, que pueden llegar a ser varios centenares con igual proporción de machos y hembras. Una vez realizado su corto vuelo, caen al suelo y pierden sus alas, emparejándose los individuos de distinto sexo gracias a las feromonas sexuales que facilitan los encuentros.
Una vez emparejados comienzan la búsqueda del lugar más favorable para la instalación de su cámara nupcial (pequeña cavidad) donde realizan la fecundación y posteriormente la puesta de huevos. Al eclosionar los huevos aparecen las primeras ninfas que son alimentadas por su madre (la reina). Gracias a sus reservas o a la ingestión de huevos que les sirven como alimento, se pondrá en marcha la nueva generación de obreras (por transformación de las ninfas), que serán las encargadas de la construcción del nuevo termitero y de la alimentación de los nuevos individuos y de los reyes.
En los primeros momentos del termitero aparecen las obreras y cuando su número ya es elevado aparecen los soldados; solo al cabo de un año del termitero aparecen los reproductores suplementarios.
Las obreras comienzan a alimentar a la reina que al dejar de trabajar puede así dilatar su abdomen (en algunas especies la reina puede alcanzar un tamaño 20.000 veces superior al de las obreras) y aumentar la producción de huevos, permaneciendo inmovilizada junto al macho en la cámara real. Llegan a poner 30.000 huevos por día.
Una reina puede poner a lo largo de su vida varios millones de huevos, mientras que los reproductores suplementarios, en algunas especies, pueden aumentar en varios millones más el número de huevos en la etapa secundaria de un termitero.
Mediante las feromonas que segrega la pareja real se forman las diferentes castas del termitero, pudiendo llegar a todos los individuos gracias a la trofalaxia, que además permite el uso eficaz de los nutrientes alimenticios y una comunicación entre los diferentes individuos del termitero, que les permitirá reconocerse unos a otros además de la transferencia de microorganismos simbiontes (protozoos) que les posibilitan digerir la celulosa, etc.
Dependiendo de la casta así será el tiempo necesario para completar su desarrollo, siendo más corto el de las obreras que el de los reproductores primarios que desde la fase de huevo a la fase de adulto llega a ser de 4 a 7 meses.
Tipos de termitas
En los termiteros encontraremos:
Termitas Larvas
Una vez que la reina ha realizado la puesta de huevos, con la eclosión de estos, aparecen unas larvas morfológicamente similares a sus progenitores. Al madurar estos individuos darán lugar a las diferentes castas.
Termitas Ninfas
Son las larvas que van a convertirse en reproductores una vez completado su desarrollo y que se diferencian de las que van a transformarse en obreras y soldados, por llevar en el tórax los llamados “esbozos alares” que darán lugar, posteriormente, a las alas que llevan los reproductores; realizan junto con las obreras gran cantidad de trabajo en los termiteros, aunque no son capaces de alimentarse por si mismas y deben ser nutridas por las obreras.
Termitas Obreras
Son individuos, machos o hembras, estériles al no haberse desarrollado su aparato reproductor y que componen la casta más numerosa (80% del termitero), siendo las principales responsables de los daños que ocasionan los termes, ya que están provistas de unas mandíbulas muy potentes con las que desgarran, cortan, amasan y raspan los alimentos (más comúnmente madera). Además construyen las galerías en el interior de la madera y los túneles, llamados chimeneas, utilizadas para busca de nuevas fuentes de alimentación y para expansión del termitero. También realizan: la alimentación de las otras castas, nutrir y acicalar a la reina, cuidar a la descendencia y construir el termitero.
Son de color claro (blanquecino), cuerpo blando, ciegas, no tienen alas ni estructuras especializadas y su tamaño es de 4 a 6 mm. Provistas de dos antenas finas y rectilíneas con un recubrimiento de unas sedas sensoriales, gustativas y olfativas que las capacitan para reconocer los alimentos, a los diferentes individuos del termitero y a los posibles enemigos. Sin la feromona con la que la reina las impregna se convertirían en reproductores neoténicos (de reemplazamiento) capaces de crear una nueva colonia.
La reproducción de las termitas
Termitas Reproductores
Podemos encontrar individuos sexuados de dos tipos diferentes:
- Reproductores primarios.
- Reproductores suplementarios
Termitas Reproductores Primarios
Caracterizados por tener cuatro alas membranosas (imagos) de igual tamaño y longitud, de donde les proviene el nombre de isópteros; se extienden más allá del abdomen sobrepasando ampliamente la longitud del cuerpo y plegados sobre este, tienen forma plana en estado de reposo. Las alas desaparecen una vez pasadas las etapas de enjambre.
Tienen el sistema reproductor completamente desarrollado. Al tener sus tegumentos quitinizados, además de estar más endurecidos, le proporcionan un color más oscuro que los demás individuos del termitero, siendo así fácilmente reconocibles aún cuando hayan perdido sus alas. Su longitud es de 8 a 10 mm.
En primavera y verano cuando las condiciones ambientales son las adecuadas, el termitero produce nuevos individuos alados que abandonan el nido (de forma masiva), formando enjambres, dispersándose y formando así nuevas parejas reproductoras, un rey y una reina (pareja real) que darán lugar a un nuevo termitero, controlando la estructura social de la colonia mediante feromonas que controlan la evolución de las larvas en las diferentes castas.
Es importante señalar el hecho de que solo existe una sola pareja real en un termitero.
Termitas Reproductores Secundarios
Se les denomina también reproductores de reemplazamiento o neoténicos. Morfológicamente son muy parecidos a las ninfas u obreras, ya que no tienen alas o si las tienen son muy reducidas, aunque los podemos distinguir con facilidad por una ligera pigmentación en la cabeza y el tórax, además de tener el abdomen más importante, y por su tegumento, que no es tan pigmentado ni tan duro como el de los reproductores primarios.
Aparecen cuando la población de soldados y obreras es muy elevada, pudiendo asumir funciones reproductoras en el caso de muerte (accidental o natural), lejanía (aislamiento) o poca productividad de la reina. Tienen un desarrollo paralelo al de las reinas, por lo que constituyen una fuente importante de huevos para el termitero.
Basta con una población de 50 ó más obreras que queden aisladas de la colonia y con suficiente alimento, para que en un corto período de tiempo, puedan evolucionar a reproductores suplementarios y formar un nuevo termitero, sin necesidad de salir al exterior.
Termitas Soldado
Su función, como la palabra soldado indica, es la de defender al termitero. Si abriésemos un termitero serían los primeros individuos en aparecer para defender la colonia. Su población es de aproximadamente un 10%, y se mantiene constante.
Son de color blanquecino, de unos 8 mm de longitud, sin alas, y con cabeza altamente pigmentada, provista de grandes y potentes mandíbulas (quijadas). No tienen aparato reproductor desarrollado. Pueden soltar un líquido pegajoso para defenderse.
Son las obreras las que los alimentan con una mezcla de líquido rectal y saliva nutritiva que regurgitan entre sus mandíbulas, rica en simbiontes y productos parcialmente digeridos.
¿Cómo se alimentan las termitas?
La primera condición para la existencia de las termitas es la necesidad que tienen de aprovisionarse de agua, ya que para su desarrollo le es necesario un cierto grado de humedad. Por tanto, podremos encontrarlas con frecuencia en países, regiones o comarcas húmedas, así como en lugares cercanos a ríos, arroyos, etc., y en zonas donde las capas freáticas son poco profundas.
La cantidad de agua que les es necesaria no es grande; con la condensación que producen los tubos de agua (de la calefacción, de las conducciones de agua caliente en las viviendas, etc.) les basta, así como por ejemplo las infiltraciones de agua de lluvia en las paredes y muros.
Su alimentación está basada en la madera y otros tipos de materiales que contengan celulosa, como cartones, papeles, textiles, etc. Singularmente, las termitas no pueden digerir la celulosa por si solas, por lo que necesitan de unos microorganismos simbiontes en su aparato digestivo que degraden la celulosa, nutriéndose de los productos obtenidos con esa degradación.
Las obreras son las encargadas de la búsqueda de las fuentes de alimento, produciendo a veces daños importantes en otro tipo de materiales que no son celulósicos. Construyen galerías o túneles (con excrementos, tierra, salivas y trozos de madera generalmente) que suelen partir de forma radial del termitero, y por donde circularan para llevar la comida a la colonia, al abrigo de la luz, en un incesante movimiento de ida y vuelta. A veces se han encontrado, además de las obreras y de los soldados, ninfas en los lugares donde se encuentra el alimento.
La trofalaxia consiste en el intercambio de alimento de boca a boca (estomodeal) y de ano a boca (rectal).
El elemento preferido para alimentarse es la madera, aunque como ya dijimos anteriormente también se alimentan de papel, de textiles (ropa), manzanas, patatas, etc. Entre todas las posibilidades que tienen a su alcance para alimentarse eligen la que les sea más fácilmente atacable.
Cuando las termitas exploradoras han salido en busca de una fuente de alimento y la han encontrado, durante su vuelta al termitero para advertir a las obreras de su hallazgo utilizan la glándula llamada esternal, situada al final del abdomen segregando, una feromona para marcar el camino, y lo seguirán haciendo hasta que la fuente de alimento se agote. De esta forma las obreras pueden seguir la pista sin perderse. Las últimas en volver ya no dejan feromonas, por lo que al cabo de poco tiempo desaparece la pista. Tienen una señal de alarma que consiste en golpes con la cabeza de las obreras en los túneles de comunicación.
Las termitas son necrófagas al comerse los cadáveres y los individuos más gravemente enfermos aportando así proteínas a su dieta pobre en ellas.
Hábitat de las termitas
Una característica de los termes es que son lucífugos, a excepción de los reproductores primarios cuando se enjambran y dejan el termitero, ya que salen al exterior. Esta característica les da una coloración blanquecina, debida a la falta de coloración en el tegumento, ya que no necesitan protección contra los rayos ultravioleta.
Al ser la mayoría de la colonia ciegos y lucífugos su hábitat suele ser subterráneo, construyendo los termiteros a base de galerías y cámaras, y posteriormente túneles radiales para buscar sus fuentes alimenticias.
Los termiteros pueden ser desde muy sencillos como por ejemplo cámara y galerías construidas en la madera (árboles, marcos de puertas, etc.) que les sirve de alimento hasta más complejas, generalmente subterráneas, construidas en suelos arenosos (más frecuentemente) y arcillosos, partiendo de la cámara real galerías y túneles como ya dijimos anteriormente. En Australia y África las termitas construyen termiteros aéreos de gran tamaño.
Termitas en España
En nuestro país se conocen cuatro especies de termes que causan problemas en el hábitat humano. Son tres especies que pertenecen a la familia Kalotermitidae (Termes de la madera seca) y una a la familia Rhihotermitidae (Termes subterráneas).
Termitas de la madera seca (Familia Kalotermitidae)
CRYPTOTERMES BREVIS
Presentes en muchos países y en diversos continentes, gracias a su introducción a través de las mercancías que los hombres mueven de un lado para otro.
En España fue introducida por las Islas Canarias, en la que la podemos encontrar perfectamente adaptada y establecida. No se tiene certeza de su presencia en otras regiones españolas.
Forman colonias muy pequeñas (de, como máximo unos 300 individuos) en maderas de mobiliario y de construcción muy secas. Son muy voraces por lo que pueden causar muchos daños. Son muy pequeñas por lo que no es fácil detectarlas.
KALOTERMES FLAVICOLLIS
Podemos encontrarlas en las regiones mediterráneas en las zonas con mayor humedad, atacando a la madera de árboles, sanos y muertos, de cepas de vid, etc. (en la naturaleza) y también a las maderas de construcción y de hábitats humanos.
Forman colonias de 1.000 a 1.500 individuos con la particularidad de que, las ninfas de los últimos estadios, se comportan como obreras en su actividad de búsqueda de alimento y posterior distribución de este en el termitero, por lo que no existe una casta de obreras pura como tal. Tampoco la reina tiene el abdomen hipertrofiado como en los termes subterráneos, aunque está ubicada junto con el macho en la cámara real, que es un ensanche dentro de una galería.
Es una termita sujeta a los cambios estaciónales, ya que en las estaciones frías tienen un parón en el crecimiento y la alimentación así como en la puesta de huevos de la reina, por lo que las termitas aladas van a tardar dos años en aparecer, a causa del lento desarrollo de la colonia.
Suelen instalarse en el interior de la madera en los tejidos enfermos o ya muertos cerca de los tejidos sanos pero sin afectar a estos en la mayoría de los casos, aunque si se han detectado daños en árboles sanos ocasionados por estas termitas. Se han encontrado en árboles como robles, chopos, encinas, olivos, higuera, etc.
Es conocida como la termita del cuello amarillo por tener este color en el tórax.
KALOTERMES DISPAR
Es una termina de la madera seca endémica de las Islas Canarias. Todo lo hablado para la Kalotermes Flavicollis es prácticamente coincidente con esta termita.
TERMITAS SUBTERRÁNEAS (Familia Rhinotermitidae)
Estas termitas pertenecen al género “Reticulitermes” que está compuesto por varias especies y subespecies. La más común en nuestro país es:
RETICULITERMES LUCIFUGUS
Las podemos encontrar por todo el país, siendo los termes que más daños son capaces de producir al hábitat humano.
Los termiteros lo componen un gran número de individuos (muchos miles). Pueden estar ubicados en el suelo a una profundidad de 70 cm a 1 metro y cercanos a sus fuentes de alimentos o bajo estas. Por lo que podemos encontrarlos bajo postes de madera (de teléfonos, de vallas, etc.) bajo las cepas de los árboles, bajo construcciones de madera, etc.
La colonia está compuesta de:
OBRERAS: 50 – 60%.
SOLDADOS: 10%.
REPRODUCTORES PRIMARIOS: 1 Pareja.
REPRODUCTORES SUPLEMENTARIOS: Varias parejas.
EL RESTO SON: Ninfas y Larvas.
Los enjambres para formar nuevas colonias suelen producirse de Abril a Junio.
Se han encontrado ataques de estos termes a árboles vivos a los que pueden matar, aunque suelen alimentarse de madera seca, de árboles muertos, de madera de construcción, etc. Las obreras pueden llegar a desplazarse a unos 30 mts. del termitero para buscar alimento.
Clasificación de las termitas
Teniendo en cuenta el hábitat y el tipo de alimentación podemos clasificarlas en:
Termitas de la madera húmeda
Necesitan madera con un alto grado de humedad por lo que las encontraremos en árboles muertos atacados por hongos y en troncos o tocones también con ataques de hongos, es decir que son muy frecuentes en maderas en estado de descomposición o encharcadas.
Perforan grandes galerías en la madera que atacan, siendo fácilmente reconocibles porque no limpian las galerías por lo que encontraremos sus excrementos en forma de pellets en ellas.
Termitas de la madera seca
Se alimentan de maderas que tengan una humedad de al menos él 10% (les bastan con el agua que la madera capta de la humedad del ambiente), en cuyo interior instalan sus colonias, por lo que las encontraremos en marcos de puertas, ventanas, armarios y cuadros, en cajas y en elementos de carpintería, también en árboles, tocones, etc.
Construyen grandes galerías en la madera que atacan paralelas a sus vetas y a través de ella. Forman colonias de como máximo poco más de mil individuos.
Termitas Subterráneas
Al ser las más abundantes, siempre que se habla de termitas todo el mundo tiende a referirse a ellas.
Los termiteros que construyen suelen ser subterráneos y están fijos. De esta forma pueden conseguir la humedad necesaria, para la vida de la colonia, del suelo y también de los escapes de cañerías de calefacción, agua o de la condensación que estas producen, etc. La presencia de agua y el calor favorecen el desarrollo de microorganismos, como los hongos, que serán fuente de vitaminas y proteínas esenciales para su vida, siendo sus excrementos y desechos otro factor para el desarrollo de estos microorganismos. El exceso de humedad (inundación de galerías) y de hongos puede llegar a provocar que el termitero tenga que ser desalojado y abandonado.
Las colonias que forman las termitas subterráneas suelen ser mucho mayores que las de las otras especies de termitas anteriormente citadas, y están compuestas por varios miles de individuos. Los daños que producen son también mucho mayores. Una colonia puede tener un solo centro reproductor o varios inter-conectados.
Las galerías que realizan en la madera atacada son cavidades paralelas que siguen la dirección de la fibra, respetando su superficie y que afianzan tapizándolas con una mezcla de saliva, partículas de madera y excrementos.