El cambio climático ayuda a expandir las enfermedades

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Las garrapatas resisten más con el cambio climático

El cambio climático, tan denhostado en algunos círculos, se ha demostrado real y ahora mismo los científicos de todo el mundo evalúan las consecuencias que está teniendo para el planeta.

El cambio climático está aquí

La subida de temperaturas que se viene advirtiendo desde hace décadas por los gases de efecto invernadero está provocando que agentes patógenos de regiones cálidas avancen hacia los polos, con lo que aumentan en esas zonas riesgos médicos y sanitarios. Se ha comprobado también que el cambio climático ha supuesto la expansión hacia nuevas áreas de enfermedades como la fiebre del Nilo Occidental, el zika o la malaria.

Además, el cambio climático también se hace presente en la irregularidad e intensidad de las precipitaciones, la dirección de los vientos o el calor, alterando de forma significativa la vida de los ecosistemas. Un primer paso es la creciente amenaza de otras enfermedades humanas. Y más grave aún es constatar que estos cambios se están agravando a medida que el problema se acentúa.

Las plagas de los insectos aumentan

Cuando un ecosistema se ve afectado por el cambio climático, ya sea por la variación de su vida vegetal, el cambio de temperatura o las lluvias, los animales cambian y se adaptan a ese nuevo entorno. Así, la respuesta en los animales más pequeños como los insectos y microbios son más dificiles de predecir, y con esto, la expansión incontrolada de enfermedades.

Como muestra un botón: el cambio de la humedad en un ecosistema ha demostrado de forma fehaciente la diseminación de hongos que provocan la fiebre del valle. Así, se han recogido muestras con trazas de esta bacteria en zonas donde antes no estaba presente. Otro ejemplo: la tuberculosis se está adaptando a vivir más tiempo en zonas húmedas, con lo que tiene más resistencia y facilidad al transportarse a otras regiones distintas de las conocidas hasta ahora.

Las garrapatas, conocidas por transmitir la terrible enfermedad de Lyme, están mudándose a zonas donde antes no podían migrar. Son insectos que no sobreviven a temperaturas frías, por lo que siempre se le ha tenido como huésped en climas templados. En Rusia y Suecia, conocidos por sus climas extremos, los datos han corroborado la progresión de garrapatas. Y es que los inviernos ya no son lo suficientemente fríos como para matar a estos insectos, por lo que pueden sobrevivir otra temporada.

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