plagas urbanas

Plagas urbanas y el cambio climático: ¿cómo nos afectan?

En las últimas décadas, el cambio climático ha tenido un impacto significativo en la proliferación y expansión de las plagas urbanas y por ende en la vida humana y en el medio ambiente.

Las plagas urbanas más afectadas por el cambio climático

Unos de los casos extremos de la relación entre el cambio climático y las plagas lo están sufriendo en países del África oriental. El estudio llevado a cabo por la revista Nature ha confirmado que la plaga de langostas del desierto (Schistocerca gregaria) está suponiendo un riesgo grave para la población y su seguridad alimentaria. Todos sabemos la famosa plaga bíblica de las langostas en Egipto, la diferencia es que estos brotes son mucho más intensos por el cambio climático antropogénico y el aumento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos asociados.

Diversos estudios han demostrado que el aumento de las temperaturas locales tienen un efecto significativo en la proliferación de las plagas urbanas. Algunas de las plagas más afectadas incluyen:

  1. Cucarachas: Estos insectos son conocidos por su capacidad de adaptación a diversos entornos, lo que los convierte en uno de los mayores desafíos en la lucha contra las plagas urbanas. Las cucarachas se reproducen a una tasa más alta en temperaturas cálidas y húmedas, lo que significa que el aumento de las temperaturas puede aumentar su presencia.
  2. Mosquitos: El aumento de las temperaturas también puede llevar a la proliferación de mosquitos, que pueden transmitir enfermedades graves como la malaria, el dengue y el zika.
  3. Hormigas: Estos insectos también prosperan en climas cálidos y húmedos. Las hormigas pueden invadir fácilmente hogares y edificios en busca de alimento, y pueden ser difíciles de erradicar una vez establecidas.

¿Cómo podemos prevenir las plagas urbanas?

Aunque el cambio climático puede favorecer la proliferación de plagas urbanas, existen medidas que podemos tomar para prevenir su aparición y controlar su propagación. Algunas medidas de prevención y control incluyen:

  1. Mantener una buena higiene: Limpiar regularmente la casa y el área circundante puede reducir la cantidad de alimento y refugio disponible para las plagas.
  2. Sellado de grietas y agujeros: Las grietas y agujeros en las paredes y el suelo pueden servir como puertas de entrada para las plagas. Sellando estas aberturas, podemos prevenir su acceso.
  3. Tratamiento profesional de plagas: Si las medidas de prevención y control no son suficientes, siempre podemos recurrir a empresas profesionales de control de plagas. Estos expertos pueden identificar y erradicar eficazmente las plagas, asegurando que su hogar esté libre de estas plagas perjudiciales.

Las plagas urbanas pueden ser un problema importante en ciudades y su proliferación puede ser favorecida por el aumento de las temperaturas. Con medidas de prevención y control adecuadas, podemos minimizar su presencia y proteger la salud y el bienestar de nuestra comunidad.

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