Eliminar una plaga de hormigas
Hace poco explicábamos el control de las hormigas voladoras que aparecen en octubre con las primeras lluvias. Hoy os explicamos qué tipos de métodos se pueden utilizar para eliminar una plaga de hormigas.
Conoce a tu enemigo: la plaga de hormigas
Las hormigas (Formicidae) son una familia de insectos que, como las avispas y las abejas, pertenecen al orden de los himenópteros. La mala noticia es que estos pequeños insectos han colonizado casi todas las zonas terrestres del planeta; los únicos lugares que carecen de hormigas son la Antártida y algunas islas remotas o inhóspitas. Esto se debe, al igual que el ser humano, a su compleja organización social, su capacidad para modificar hábitats, el aprovechamiento de los recursos y a su capacidad de defenderse de sus enemigos. De hecho, su evolución en este aspecto ha sido tan amplia que han desarrollado relaciones miméticas y parásitas con otras especies para sobrevivir.
Las hormigas, en nuestro entorno, pueden suponer una plaga sobre todo porque son capaces, como hemos dicho antes, de adaptarse a cualquier ecosistema de la tierra. De hecho, se da por sentado que eliminarlas por completo es una tarea casi imposible, por lo que su control tiene que ser regular para evitar que puedan aumentar su número.
Eliminar una plaga de hormigas – Lo más importante
Las hormigas como plaga se dividen por lo general en dos grupos de acuerdo a sus preferencias en la forma de establecer la colonia: en los muros o en el terreno. Lo primero es necesario tener un conocimiento detallado de cada especie de hormiga para poder ejecutar el plan para el control de una plaga de hormigas.
Normalmente, una plaga de hormigas no suele suponer un peligro para el ser humano. De hecho, las hormigas suelen ser beneficiosas porque controlan el hábitat donde están instaladas limpiando de insectos y plagas con los que alimentan a su colonia. No obstante, cercanos a las viviendas pueden suponer una molestia y un dolor de cabeza por los daños que pueden causar a diversos ecosistemas beneficiosos para el entorno (afectando a agentes polinizadores) o la suciedad que pueden provocar.
Para ello, hay diversas maneras de eliminar una plaga de hormigas. Los remedios caseros suelen ser tapar los hormigueros sellándolos con tierra, cemento u otro material no poroso. O inundando con agua el hormiguero, lo que de media, supone unos 14 litros de agua hasta poder anegar la cámara donde se encuentra la reina.
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Las aplicaciones que suelen controlar una plaga de estas características suelen ser con cebos de insecticida, en forma granulada o líquida, que las hormigas pueden transportar a su colonia donde se transmite inadvertidamente a otros miembros de la colonia por trofalaxis. Esto se suele complementar con otro tipo de trabajos dependiendo de la zona afectada y de la especie. Además, añadimos un seguimiento regular para controlar que la plaga no se extienda.
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