Como enfrentan las empresa de plagas el control de aves
Entre los servicios más demandados en una empresa de plagas está el control de aves. En la última década hemos tenido multitud de llamadas de vecinos pidiendo eliminar palomas, o ejercer las acciones pertinentes para controlar una plaga de cotorras que ha crecido descontroladamente. Os mostramos un ejemplo de como una empresa de plagas puede hacer frente a una plaga de palomas urbanas.
El control de aves de una empresa de plagas
Al hilo de la última noticia sobre el control de plagas de aves en Madrid, donde vecinos de Coslada demandaban los servicios del Ayuntamiento para poner coto a una plaga de cotorras argentinas que está muy presente en la zona arbolada de la ciudad.
Hemos hablado muchas veces de la alta demanda en los servicios sobre el control de palomas, la cotorra argentina y de Kramer. En el caso de la primera el ser humano siempre ha tenido una relación especial por los significados relacionados que le ha conferido al animal, como símbolo de paz, en el segundo caso, tanto la cotorra argentina como de Kramer, han sido en un principio, introducidas en España como animales de compañía, mascotas que luego los propietarios soltaron irresponsablemente.
La cotorra, al ser un animal más fuerte y grande, provoca dos efectos claves en las zonas donde anidan:
- Sus nidos son más grandes y pesados, lo que supone un peligro pues las ramas que los soportan pueden desprenderse dañando a un ciudadano.
- Por su tamaño y su número, son animales que desplazan a las aves autóctonas afectando gravemente al ecosistema en donde están presentes.
A esto se suma su alta densidad de población, con una tasa de reproductividad alta, pueden llegar a poner entre 5 y 12 huevos al año. Esto supone un grave problema de superpoblación que afecta a las ciudades por su contaminación acústica, por sus heces altamente corrosivas y por ser vector de enfermedades.
¿Como se realiza un control de aves?
Cuando un cliente nos llama, pedimos referencias sobre donde tienen la plaga de palomas y es uno de los primeros puntos que se inspeccionan en el lugar de los hechos.
La clave está en la zona afectada, el acceso a la misma, y qué tipo de actividad llevan a cabo las palomas alrededor de la misma. Pues no es lo mismo que una empresa de plagas se enfrente a una zona de anidamiento que a una zona de posamiento. En este último caso existen métodos en los cuales predomina el ahuyentamiento de los ejemplares y dispositivos físicos que se pueden colocar e ir revisando cada cierto tiempo para ver la efectividad de la misma.
En caso de anidamiento, es diferente. En primer lugar hay que ver la zona exacta de anidamiento y eliminar los nidos, pero no es tan sencillo. Los accesos a los nidos suelen ser lugares muy complicados pues las palomas, como cualquier otro animal, busca resguardar su puesta de los animales predadores.
En otros casos, el nido puede estar en un edificio abandonado al cual solo tienen acceso estas aves, por tamaño y número, con lo que el propio abandono de la edificación hacen que sean muy buenos lugares para la anidación. Una vez realizada la inspección y eliminación de nidos, toca colocar elementos que impidan la entrada al lugar: una barrera con redes es uno de los métodos más efectivos y de larga duración para combatir y prevenir que las palomas visiten el lugar.
Además, en lugares claves como cornisas, balcones, ventanas y sobresalientes que puedan ser lugares de posamiento, hay que colocar varillas de protección cuya tasa de resistencia es muy alta.
Estos sistemas, además de probados en multitud de controles de plaga de palomas y cotorras, son sistemas que cumplen con la homologación focial e impiden el acceso de aves a las zonas protegidas.
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