Comienza la plaga de avispa asesina

Nido de avispa asesina

La avispa asesina, más conocida como avispa asiática, es una especie es tres veces más grande que las locales. En los meses de invierno se encuentra agazapada en sus nidos a la espera del buen tiempo para salir con fuerza.

La avispa asesina invasora

Este año, aunque apenas ha llegado el buen tiempo hará pocos días, en Galicia ya se lleva actuando sobre nidos de avispa asiática desde principio de año, todos ellos sin actividad, son nidos de la temporada pasada que se han detectado este año. De cada uno de ellos habrán sobrevivido entre 15 y 20 reinas que estarán ahora comenzando a despertar tras el período de hibernación. Por ello, se están activando todos los protocolos de control de plagas para esta especie invasora. Estas reinas harán nuevos nidos en los que nacerán las avispas obreras. Precisamente estas semanas de primavera son las más adecuadas, opinan los expertos, para atrapar a las reinas, que construyen su nido primario, de pequeño tamaño, y comienzan la puesta de huevos. Ese nido crece hasta que llega un momento en el que el enjambre se traslada a otro lugar, habitualmente a gran altura.

La presencia de esta especie tiene consecuencias sobre las poblaciones de avispa autóctona y de abeja, a las que ataca. Los apicultores son, pues, los más perjudicados por la velutina, pues ven comprometida su actividad económica.

¿Cómo combatir a la avispa asesina?

Los nidos pueden superar el metro de diámetro y pueden llegar a acoger entre 1500 y 2000 individuos. Se calcula que cada reina que se captura en primavera se traduce en la eliminación de 18.000 ejemplares de avispa asiática. Las medidas para combatir a esta especie se basa en intentar disminuir su presencia en la zona mediante la colocación de cebos en sus nidos y la colocación de trampas por todo el territorio. Con los primeros, el cebo para el control de la avispa asiática cerca de las colmenas contiene un insecticida que la obreras llevan al nido y a la larga acaba con la actividad del nido, que termina en pocos días. Este sistema conlleva riesgos pues el cebo puede atraer también a las abejas autóctonas. Del mismo modo, las trampas para avispas asiáticas fabricadas con una botella de plástico (normalmente) puede atrapar a las avispas asesinas y a las especies autóctonas. Una tercera vía que se está probando es la protección de la colmena a través de un sistema de salida y entrada reducidas hecha a la medida de las abejas, que son más pequeñas que la avispa asiática.

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