Trampas anti-insectos y plaguicidas, ¿cuál elijo?

Trampas anti-insectos y plaguicidas, el debate siempre ha sido constante y en las últimas décadas, la conciencia ecológica ha ido transcendiendo en las sociedades para tratar las plagas que hoy afectan a las civilizaciones. Así, se da el binomio de dos modelos que se oponen y merece la pena exponer las ventajas y desventajas de uno y otro para elegir la mejor opción.

Trampas anti-insectos y plaguicidas: el debate

Las trampas anti-insectos y los plaguicidas siempre han sido dos soluciones a problemas de plagas y siempre han surtido de argumentos para un debate que nunca acaba. ¿Cuál es el mejor? ¿Qué trampa anti-insecto elijo para mis necesidades? ¿Es mejor un plaguicida? Ahora, en estos tiempos, los productos y sistemas naturales se están prodigando, aunque ya se utilizaban antes de que los productos químicos invadiesen el mercado, y vuelven a ser demandados por la agricultura ecologica.

Ahora, las trampas anti-insectos y plaguicidas son dos maneras de tratar una plaga, pero: ¿son mejores o peores que los plaguicidas? Las ventajas a priori son claras: reduce el consumo de agua (elemento fundamental que escasea debido al cambio climático) y son menos agresivos con los cultivos sobre los cuales se aplican.

Trampas anti-insectos y plaguicidas siempre se han utilizado en un mercado que crece de forma exponencial incorporando paises en vias de desarrollo que deben alimentar a una población cada vez mayor y con recursos naturales cada vez menores.

¿Elijo las trampas anti-insectos?

Una trampa usada para capturar y matar insectos evita la necesidad de fumigar, reduce el empleo de productos químicos dañinos y, sobre todo, no conlleva un gasto de agua que rondaría los 1.500 litros por hectárea. Estas trampas constan de un cebo y una mínima cantidad de insecticida focalizada en la eliminación de un insecto o insectos concretos. Así, no daña a insectos fundamentales para la biodiversidad como son los insectos polinizadores. Entre las desventajas están la inversión que requieren este tipo de productos por la investigación y el desarrollo que requieren. Además, requiere de una implementación por parte del usuario para utilizar correctamente los aparatos. Por otra parte, también hay pendiente la tarea del reciclaje: la recogida y posterior reciclaje de las trampas de plástico se debe preveer para que no termine como residuo en el medio ambiente.

¿Elijo los plaguicidas?

Los productos fitosanitarios (también conocidos como plaguicidas) son aquellas sustancias destinadas a prevenir la acción de determinadas plagas que afectan a la salud pública y a la agricultura. Las plagas que combate pueden ser contra insectos (insecticidas), ácaros (acaricidas), roedores (rodenticidas), etc. Los plaguicidas han supuesto un extraordinario incremento del rendimiento de la tierra, un incremento de la productividad agrícola y unos niveles de producción alimentaria de récord. Además, todo esto a un precio menor que las alternativas ecológicas y con la facilidad y fiabilidad para transportar y almacenar el producto.

Eso sí, si las ventajas parecen imponentes, las consecuencias de su uso también lo son: disminución de la biodiversidad, contaminación del suelo y del agua, peligrosos para el consumidor si no se utilizan correctamente. A largo plazo, los ecologistas advierten de que el consumo continuado de alimentos con trazas de plaguicidas pueden ser perjudiciales para la salud.

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