Debido al cambio climático y a la entrada de nuevas especies, que muchas veces están convirtiéndose en plagas como el mosquito tigre o la avispa asesina, las especies autóctonas de España están sufriendo cambios y muchas veces su situación es muy extrema, llegando incluso a rozar el peligro de extinción. No hay que olvidar que la acción del hombre también causa importantes estragos en la fauna ibérica.

Algunas de las especies más vulnerables a sufrir este riesgo son las siguientes:

Por antonomasia la especie que más sufre es el lince ibérico, que está en peligro de extinción en todo el planeta, en el mundo solo existen 300 ejemplares y en España se llevan a cabo numerosas acciones, de mano de las asociaciones, para repoblar y proteger los linces.

El oso Pardo, es la otra especie que más sufre en España, apenas quedan poblaciones estables en los Pirineos y en la cordillera cantábrica. El águila imperial ibérica está sufriendo lo mismo desde hace muchos años, la población ha descendido mucho y les cuesta reproducirse y mantener a sus crías con vida; durante los últimos años se han establecido protocolos de acción que han conseguido aumentar las águilas ibéricas de 150 a 300 parejas.

El mar también sufre los mismos problemas que la tierra y es que el atún rojo del Atlántico sufre la pesca indiscriminada que no respeta los ciclos de reproducción, solo quedan un 15% de la población original de atunes.

La foca monja del mediterráneo es otra de las especies que corre un serio peligro de extinción, antes habitaba en todo el mediterráneo y el atlántico, incluido el norte de África, pero ahora su población está bajando cada día más.