El cambio climático es la principal causa que influye en la transmisión de las patologías que provienen de insectos y parásitos que también son los principales causantes de plagas. El cambio climático está haciendo que las condiciones de vida de estos seres se den durante más tiempo y puedan reproducirse en más ocasiones, prolongando su periodo de actividad.

Es fundamental establecer protocolos de control de plagas, en este caso de mosquitos y parásitos, para evitar su reproducción y poder controlar la transmisión de enfermedades en las zonas donde más actúan estos seres.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) estos seres transmisores han aumentado en los últimos años y se ha producido un aumento exponencial de enfermedades vectoriales emergentes o re-emergentes como la dengue, que podría afectar al 40% de la población mundial. Hace poco se descubrió un caso de dengue autóctono en Madeira (Portugal). En España han aparecido algunos casos de enfermedades erradicadas desde hace más de 30 años.

La Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas reclama un mayor control y alerta social sobre las plagas en territorio nacional por ser grandes portadoras de enfermedades y afectar a la salud pública. Las plagas no solo son molestas, si no que constituyen un núcleo de enfermedades que ataca a la salud de la sociedad. Además se espera que en los últimos años se cree una mayor conciencia en las políticas internacionales y en los parlamentos europeos e internacionales para ayudar a un mayor control de plagas dañinas.