Criaderos de insectos para combatir plagas

Criaderos de insectos

Una de las asociaciones que controla criaderos de insectos para el control de plagas en Cataluña ha aumentado sus socios de 85 a 135 en los dos últimos años. Las plagas aumentan debido al cambio climático y al aumento de viajes por parte de las poblaciones, y suponen un gravísimo problema para los agricultores que si no consiguen controlarlas pueden perder la cosecha de la temporada.
Este tipo de asociaciones buscan un control de plagas respetuoso con el medio ambiente y con el entorno animal. La entrada en vigor del uso sostenible de fitosanitarios está obligando a las empresas a elaborar protocolos más respetuosos medioambientalmente.

Desde los orígenes de la agricultura los insectos han venido ocasionando perjuicios graves a los cultivos. Existen aproximadamente 5.000 especies de insectos  que se alimentan tanto de las hojas, como de los tallos, raíces, flores y frutos de las especies cultivadas. Los daños que ocasionan pueden ser indirectos como directos (pérdida de flores que van a dar frutos o los mismos frutos). Además, muchas especies se alimentan de la savia de las plantas (un perjuicio directo ya que extraen los nutrientes que deberían dirigirse a las hojas y frutos) y también transmiten un sinnúmero de enfermedades, particularmente virosis que tienden a deprimir aún más los rendimientos potenciales de los cultivos. Algunas de las plagas más devastadoras han sido la filoxera (vid) y el escarabajo de la patata, sin olvidar las plagas de langostas que periódicamente asolan muchos países africanos.

La idea básica de los criaderos de insectos es disponer de especies depredadoras que acaben con las plagas de los cultivos. Utilizar enemigos naturales de los organismos-plaga para impedir o reducir los daños ocasionados. Las técnicas y los organismos utilizados son diversos, dependiendo del tipo de plaga. El listado de insectos, aves o reptiles que controlan las plagas es enorme: la mariquita de 7 puntos o las libélulas se comen los pulgones; el ciempiés y muchos escarabajos acaban con una gran variedad de insectos perjudiciales; pájaros como el tordo regulan la presencia de caracoles; los sapos y ranas son grandes insectívoros; las arañas se alimentan de muchas plagas del suelo, etc.

La creciente  demanda de la sociedad que exige un respeto al entorno natural y al medio ambiente y un número cada vez mayor de personas que quieren comer productos naturales obliga a la producción agraria a minimizar los insecticidas, y para ello hace falta recuperar el equilibrio natural controlando plagas con otros insectos.