Combatir una plaga de roedores

La presencia de ratas en interiores de viviendas o locales es muy grave en términos de salud pública y es inaceptable que no se tomen medidas contundentes para acabar con la plaga desde el minuto cero. Hay que aplicar siempre el principio de tolerancia o umbral de plaga cero.

¿Por qué es tan importante combatir una plaga de roedores?

Es extremadamente importante detectar y controlar a tiempo una posible plaga de roedores ya que suelen ser vectores de multiples enfermedades. De hecho, históricamente las plagas más mortiferas han estado asociadas a roedores. Pueden ser vectores de parásitos como garrapatas y pulgas que pueden transmitirnos la peste, el tifus murino, la enfermedad de Lyme, la borreliosis, fiebre botonosa, leptospirosis, salmonelosis, himenolepiasis, fiebres virales hemorrágicas, hantavirosis, etc. Muchas de estas enfermedades las podemos adquirir tanto por contacto directo (mordeduras) como por consumir alimentos contaminados con las heces u orina de estos roedores.

Además, al peligro de contaminación para nuestra salud, hay que añadir que la actividad del roedor en nuestros almacenes u hogares suele suponer una pérdida económica cuantiosa. Al estar en contacto con los alimentos, por muy pequeño que haya sido ese contacto, hace que haya que tirar la mayoría de lo almacenado. Además, para acceder a la comida suelen mordisquear cableado eléctrico pudiendo producir cortocircuitos que originan incendios.

¿Qué tipos de roedores son los más comunes en Madrid?

Aunque existen más de 1400 especies de roedores, son tres las que normalmente solemos encontrar en nuestros habitats. La rata común o de alcantarilla (Rattus norvegicus), que es la plaga colonizadora típica de las redes de saneamiento, es una plaga de roedores muy ubicua que proliferan entre la basura y maleza de solares abandonados, vertederos, etc. La rata negra o de los tejados (Rattus rattus), es un roedor que tiende a trepar, de ahí que también sea conocida como rata de los árboles, su número ha ido creciendo en las ciudades, aunque la rata común ha mantenido a raya su colonización. El ratón casero (Mus musculus) que es un roedor presente en los almacenes y otros establecimientos donde se guardan alimentos, no suelen moverse de su zona de confort por lo que su radio de acción se reduce considerablemente.

Los roedores tienen una alta tasa de reproducción, pues pueden llegar a tener 4 y 8 camadas por año con entre 5 y 9 crías por camada. Además, su tiempo de gestación es muy corto y alcanzan la edad adulta en 3 a 5 meses. En menos de un año puede darse un problema muy grave de plaga si no se toman las medidas adecuadas.

¿Cómo puedo identificar si tengo roedores en casa?

En el caso de viviendas particulares cobra especial importancia que el propio vecino sepa reconocer indicios o señales precoces de actividad de roedores. A veces puede ser fácil de reconocer porque uno o más ejemplares hayan muerto y su cadaver aparezca. Otras veces pueden verse marcas de rozaduras, materiales roídos, presencia de excrementos o manchas de orina, huellas. No obstante, la actividad de estos roedores puede escapar a nuestro control pues su actividad puede pasar desapercibida largo tiempo tras falsos techos, detrás de tabiques o detrás de robustos muebles.  Esta plaga es muy inteligente a la hora de utilizar exitosamente huecos, espacios y conducciones técnicas construidos para otros usos en el edificio.

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