El cambio climático en 2018

Para este 2018 el cambio climático seguirá su curso porque un año más, los seres humanos y sus instituciones siguen sin cumplir los protocolos necesarios para evitar un mal mucho mayor que modificará la forma en la que vivimos.

El cambio climático y los insectos

Ya hemos hablado más de una vez sobre los efectos del cambio climático en todo lo referente a la biosfera. Aquí comentamos el grave caso de la abejas polinizadoras y su extinción masiva, Sobre el retraso de las plagas en invierno en la que el cambio climático también hacia su parte. También hablamos sobre la terrible sequía que azotó España con el invierno ya entrado y también sobre su impacto en la diversidad de los bosques de España.

Ahora toca el turno de hablar de los efectos que el cambio climático tiene sobre los insectos, y más concretamente, sobre las mariposas. En algunas regiones de nuestro país la población de mariposas se ha visto reducida hasta un 65% durante los últimos años. Y esta variación se debe, como ya hemos comentado antes, al cambio climático pues desde los años 90 el descenso se ha dado en especies de mariposas que eran comunes y abundantes y hoy día están en peligro de extinción, pues este tipo de mariposas están adaptadas a climas húmedos, no a ecosistemas afectados por la sequía y el calor.

La importancia de las mariposas

Las mariposas, como las abejas y otros insectos, son claves para la polinización. Este es el mecanismo que tiene la naturaleza para desarrollar sus ecosistemas: la polinización produce plantas que conforman bosques, éstos producen oxígeno, previenen la erosión del suelo y regulan el flujo del agua asegurando la cadena alimenticia del resto de los animales del planeta tierra. Aproximadamente el 30% de los cultivos agrícolas del mundo dependen de la polinización realizada por insectos y otros animales, lo que en términos económicos supone el 10% del valor de la producción a nivel mundial.

El descenso en las poblaciones de mariposas se da de forma generalizada. En Alemania, por ejemplo, han registrado que la biomasa de insectos se ha reducido un 80% en los últimos 25 años. Y no parece que la tendencia este cambiando, pues para paliar este descenso, habría que ejercer labores que van más allá de parches o soluciones parciales. Hay que elaborar planes integrales para la conservación de los hábitats lo que conlleva la protección de todo el entorno donde estén presentes.

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